sábado, 7 de noviembre de 2015

La vista de nuestra mascota

Hola amigos:
El perro tiene una visión del mundo que le rodea muy distinta a la nuestra, ya que su perspectiva es totalmente diferente: un perro lo ve todo a no más de medio metro del suelo, y algunas razas incluso a pocos centímetros.  Mientras que las personas tenemos una gran memoria visual, hasta el punto de que nos reconocemos por la vista,, los perros necesitan utilizar sus otros sentidos principalmente del olfato y el oído para recordar.

El desarrollo de la vista canina es similar a la humana pero con importantes diferencias.
Al nacer, el perro es ciego, y los únicos sentidos que funcionan son el tacto, el olfato y el gusto. La vista y el oído funcionarán cuando el cachorro cumpla entre 10 y 15 días. A partir de las 6 semanas comienza a desarrollar su percepción visual progresivamente hasta aproximadamente los 3 meses, cuando alcanza su visión definitiva. Algunos perros sufren miopía. Otros sufren hipermetropía. Y hay razas con una mejor vista que otras, como son los lebreles y el labrador. El Pastor Alemán, el Rottweiler y el Schnauzer tienden a la miopía. Tanto en la miopía como en la hipermetropía la imagen no logra formarse en la retina.

Con respecto al campo visual se considera  que los ojos de los perros son más sensibles al movimiento que los de los humanos, aunque menos sensibles a los detalles. Si algo permanece erguido e inmóvil a una buena distancia se convierte en invisible para ellos.  Esta es la razón de que muchas especies de presa se “inmovilicen” y eliminen cualquier movimiento cuando cunde en ellos la alarma, en vez de tratar de huir. Se ha demostrado que si el dueño de un perro se queda inmóvil a una distancia de 300 metros, el animal no lo detecta. Por otra parte, un pastor que se encuentre a un kilómetro y medio de distancia, al hacer vigorosas señales con las manos es visto con claridad por su perro pastor.

Esta sensibilidad al movimiento es de gran importancia cuando los perros salvajes realizan cacerías. Una vez la presa escapa, los ojos del perro se encuentran en su máximo funcionamiento. La visión periférica de un perro es mucho mejor que la de una persona, y de un solo vistazo percibe muchas más cosas.
Una raza de cabeza estrecha, como el galgo, tiene un campo vual de 270°, los de cabeza más corta lo tienen un poco menor, pero siempre es superior al de los seres humanos que no tienen más que 180°.

Aunque esto significa que los perros pueden detectar pequeños movimientos sobre una línea más amplia del paisaje, han de pagarlo con mayor estrechez de la visión binocular, ámbito que no llega ni a la mitad del nuestro, por lo tanto nosotros juzgamos mejor las distancias que ellos.

Con respecto a la visión binocular consideramos que el campo visual de un perro es de 240 grados promedio, el del humano es entre 180 y 200 grados.
El perro ve en la oscuridad y esta es una herencia de sus antepasados los lobos, que son expertos cazadores nocturnos.

El perro puede ver en la noche gracias al Tapetum Lucidum el cual contribuye a la visión nocturna de los perros y no tiene nada que ver con el perro del maleficio.

El Tapetum Lucidum es una capa de tejido que se encuentra en el ojo de muchos animales entre ellos el perro. Está inmediatamente detrás de la retina y se encarga de reflejar la luz de nuevo visible a través de la retina, lo que aumenta la luz disponible para los fotorreceptores.

¿Los perros ven los colores?
Siempre se ha respondido que no ven los colores y vivían en mundo por completo blanco y negro, pero esto es un error. Si los ven pero no en la variedad cromática de los humanos. La proporción de bastoncillos y conos en la retina del ojo, favorece mucho más a los bastoncillos que en nuestro caso. Los bastoncillos son útiles para la visión en blanco y negro con poca luz. Los conos se emplean para la visión en color. Debido a que son ricos en bastoncillos, los ojos de los perros están perfectamente adaptados al ciclo diario que favorece el alba y el atardecer como los periodos de mayor actividad, y es la forma típica para la mayoría de los mamíferos. Los humanos somos desacostumbradamente diurnos, y por ende no somos mamíferos típicos en lo que a la visión se refiere.

El responsable de ver los colores no es el tener una gran cantidad de células, sino tenerlas de diferentes tipos, cada una adaptada a diferente longitud de onda. Los perros tienen una forma de visión dicromática llamada deuteranopia, que en los humanos se considera una forma de daltonismo que afecta al rojo y al verde, entonces perciben tonalidades de amarillo y azul, pero el rojo lo perciben amarillo y el verde lo ven gris. Por eso, para jugar es mejor utilizar una pelota azul que una roja, porque el perro la encontrará mejor entre el pasto que él lo ve de color gris.

La visión del color, o visión cromática, es solamente la percepción de diferentes longitudes de onda de la luz. Esta percepción es realizada por los conos de la retina.
Los rayos de luz salen de la fuente luminosa como las ondas formadas en el agua cuando una piedra golpea su superficie. Esas ondas luminosas viajan en varias longitudes unas más cortas que otras. La unidad para medirlas es el nanómetro (nm), que es la millonésima parte de un milímetro.

El rango de luz que los humanos pueden ver se llama luz visible y es la que tiene una longitud de onda entre 400 y 700 nm.
Cuando percibimos un objeto de color, lo que vemos es la parte del espectro de luz que el objeto refleja. Por extraño que parezca, todavía no sabemos exactamente lo que sucede en la retina y el cerebro que nos permite tener una visión del color, pero tenemos algunas teorías al respecto.

La teoría tricromática dice que hay tres diferentes tipos de conos en la retina que responden al color rojo, azul y verde respectivamente y que los colores que percibimos son una combinación de señales que vienen de esos tres tipos de conos..
Una persona con visión normal del color puede distinguir entre 150 colores diferentes; pero una persona que confunde el rojo con el verde, puede ver las diferencias en el extremo azul, pero distingue muy pocos colores en el extremo rojo, confundiendo verdes, amarillos y rojos.

Así es como  ve el perro. El rojo lo percibe amarillo y el verde lo ve gris.
Podemos decir que la visión canina es un maravilloso instrumento igual que el de los humanos, pero adaptado a sus necesidades particulares y conocer su funcionamiento ayuda a entender mejor algunas de las reacciones del perro, lo que facilita una mejor convivencia.

Gracias y hasta la próxima.


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