domingo, 13 de marzo de 2016

La agresividad en los perros

Los ataques a personas por parte de animales domésticos no solo causan traumatismo, ansiedad y temor en la víctima, sino también incomodidad y tensión en la familia, la colonia y la comunidad. Nuestro teléfono suena insistentemente con preguntas sobre por qué suceden tales acontecimientos y como se hace para evitarlos. En los lugares donde los ataques han producido lesiones graves, mutilaciones o muertes, el miedo a que se repitan es similar al temor a las actividades terroristas y con buen fundamento, porque los ataques severos y letales son infrecuentes pero imprevisibles y las consecuencias son graves. Dentro de las casas, la ansiedad es grande porque para mucha gente un ataque por su propia mascota es el colmo de la traición, mientras que si este ataca a otros se suscita tensión en el vecindario o quizá una importante demanda judicial.
Mucha gente tiene dificultad para reconocer los signos iniciales de los problemas de agresión. El ataque violento con una embestida y mordedura que requiere suturas suele contemplarse como una agresión, pero pocos perciben el labio levantado, la exhibición de los dientes, el gruñido, el tirar mordisco y el amago de morder o saltar como parte de un patrón de conducta que puede escalarse. Muchos creen que ciertos comportamientos agresivos como gruñir o tirar mordiscos al que se acerca a la fuente de comida o ladrar y amagar a las visitas son “normales” en los perros.
Les paso una estadística de los Estados Unidos, ya que en México no contamos con esos datos, pero que revela la importancia de las agresiones en ese país y podemos tomar como referencia para el nuestro dada la cantidad de perros que nosotros tenemos en todos los niveles sociales.
Medio millón de personas es mordida por perros todos los años en los Estados Unidos. Las estimaciones conservadoras sitúan la cantidad de mordeduras en 2 millones y la cantidad de muertes en una 10 por eño. La cantidad real solo puede ser estimada ya que la mayoría delas mordeduras, aunque sean graves, no se denuncian. Se calcula que el 50% deja cicatriz permanente, el 10% requiere suturas y el 30% acarrea incapacidad (pérdida de tiempo en el trabajo o la escuela). Las mordeduras de perro son las lesiones accidentales más comunes que sufren los niños de 5 a 9 años y superan los índices combinados de todas las enfermedades denunciables de la niñez. La agresión hacia la gente es la queja más común de los dueños de perros  que consultan a los especialistas en comportamiento de los animales.
La única forma de prevenir esto en México desde mi humilde punto de vista es consultando con el experto en cuanto veamos en nuestra mascota alguna reacción de la cual sospechemos la condición de agresión.
Reciban un saludo.


1 comentario:

  1. Muy interesante ya que los que tenemos una mascota debemos ser responsables del cuidado de la mascota porque somos quienes formamos su carácter

    ResponderEliminar