Veremos en esta colaboración
algunos mitos sobre el comportamiento de los perros y cuál es la realidad
:
No se debe dejar nunca que el
perro cruce la puerta de casa antes que nosotros.
Realidad: Si nuestro perro se
empeña en cruzar la puerta de casa delante nuestro es simplemente porque tiene
prisa por salir a la calle. La calle es un lugar excitante, divertido y lleno
de olores interesantes, lo normal para un perro es querer ir a la calle lo
antes posible.
No se debe dejar subir al
perro al sofá, debe estar en el suelo “por debajo nuestro”.
Realidad: El perro sube al
sofá porque nosotros nos sentamos en el sofá y quiere estar cerca nuestro y
porqué es mucho más cómodo que el suelo o que su cama
.
Nunca se debe dejar dormir al
perro en nuestra cama, es un sitio de privilegio sólo destinado a los
“líderes”.
Realidad: Si tuvieras que
elegir entre dormir en un trozo de espuma de 5 cm de grueso puesta en el suelo
y un colchón de látex con un mullido edredón nórdico encima ¿qué elegirías?. Tu
perro no es tonto y siempre buscará dormir en el sitio más cómodo posible. Si
puede, siempre elegirá por este orden: la cama, el sofá, su cojín.
Debes comer tu primero y nunca
dar de tu comida al perro. Así le haces entender quién manda y que tu comida
está reservada sólo para el “líder”, tú.
Realidad: Si comes tú primero
tendrás al perro a tu alrededor ansioso esperando el momento de comer pero no
entenderá que tu eres “el que manda”. Lo recomendable es darle su ración de
pienso antes de que te sientes a la mesa, así tu perro tendrá el estómago lleno
y se quedará tranquilo mientras tú comes. Si no le das nunca de tu comida a tu
perro, lo único que él entenderá es que no compartes eso que huele tan bien con
él.
La opción de dar o no comida
al perro mientras se come o al haber acabado, es muy personal. El problema es
un perro que pide comida mientras estamos comiendo y no deja de molestarnos.
Hay que educar al perro para que no moleste mientras comemos, pero si no lo
hace, se le puede dar comida mientras comemos o al acabar.
No permitir nunca que un perro
tire de la correa o camine por delante nuestro. El “líder” debe caminar
delante.
Realidad: Un perro puede tirar
de la correa por varios motivos: tiene prisa por llegar al lugar al que va,
tiene miedo y quiere escapar de la situación en la que se encuentra, nadie le
ha enseñado a no tirar de la correa.
Cuando se juegue con el perro
no se le debe dejar ganar nunca, siempre debemos ganar nosotros para enseñarle
“quien manda”.
Realidad: Un perro cuando está
jugando, está jugando. Si el juego consiste en tirar de una cuerda, tirará con
fuerza para llevársela, pero cuando lo consiga volverá a ofrecérnosla para que
la cojamos y sigamos tirando de ella y no se acabe la diversión. El perro no es
competitivo ni tiene una lista personal grabada en su cerebro con los puntos
que se va anotando. Por otro lado, si siempre que jugamos con nuestro
perro “ganamos” nosotros, el perro acabará frustrándose y perderá interés por el
juego. A nadie le gusta perder siempre en los juegos.
El perro nunca debe iniciar el
juego, siempre debemos iniciarlo y acabarlo nosotros.
Realidad: Si siempre que el
perro inicia el juego nosotros lo ignoramos acabamos por inhibir ese
comportamiento. Nuestro perro no intentará nunca jugar con nosotros, no será un
perro espontáneo que cuando está contento nos pide juego. Que nosotros acabemos
el juego o decida acabarlo el perro porqué está cansado, por ejemplo, no le
hace pensar al perro que “manda” él o que “mandamos” nosotros. Si está cansado
e interrumpe el juego, es por ese motivo. Si lo interrumpimos nosotros querrá
seguir jugando porqué es divertido, nada más.
Al perro hay que enseñarle
obediencia y con “mano dura” para que sepa quién “manda”.
Realidad: Al perro hay que
educarlo. Hay que enseñarle las normas básicas de convivencia y de la forma más
amable posible. El refuerzo positivo es la mejor manera de hacerlo; los
estudios científicos sobre perros lo corroboran. No es necesario ni aconsejable
tener un perro-soldado que camine a nuestro lado al paso. Nunca se deben
utilizar collares de pinchos, ahorque o eléctricos para enseñar NADA a un
perro. Son muy peligrosos para su salud física y aún más para su salud mental.
Hay que meter la mano en la
comida del perro mientras come para que aprenda a no defender su comida.
Realidad: No hay que molestar
jamás a un perro mientras come. La mayoría de perros no tienen reacciones
violentas mientras comen a no ser que se les haya molestado repetidamente
mientras comían. Un perro normal no tarda más de 5 minutos en acabarse su
ración de comida, ¿de verdad no puede tu perro disponer de 5 minutos sin que
nadie le moleste?.
No se debe dejar al perro que
pida caricias y que insista en pedirlas.
Realidad: El contacto físico
para un perro es muy importante. Los perros se dejan acariciar por gente en la
que confían y pedirnos caricias es el comportamiento más normal de cualquier
perro. Yo, personalmente, me preocuparía mucho si mi perro no quisiera que yo
lo acariciase
No hay que permitir al perro
tumbarse o dormir en lugares “claves” de la casa como la puerta principal o en
la parte alta de las escaleras.
Realidad: Los perros se tumban
en el lugar de la casa más confortable. Los cachorros buscarán sitios seguros o
simplemente se tumbarán a dormir cuando tengan sueño, les pille donde les
pille. Frecuentemente, los perros que tienen calor buscan corrientes de aire y
la puerta de entrada es un lugar por dónde seguramente entrará aire fresquito.
El perro siempre debe “dejarte
paso” en casa, incluso si está durmiendo en medio del pasillo.
Realidad: La mayoría de perros
adultos se sienten tranquilos y relajados en casa. Si están tumbados en medio
del pasillo seguirán tumbados tranquilamente sabiendo que tú puedes pasar por
un lado o por encima de ellos. Me parece innecesario despertar a un perro que
está durmiendo tranquilamente en mitad del pasillo para que nos deje pasar…. a
no ser que estemos trasladando el sofá de sitio.
Un par de reflexiones:
Los perros son animales
sociales, lo único que quieren es colaborar con nosotros, hacer cosas a nuestro
lado. No hay ninguna oscura conspiración canina para dominarnos ni tu perro
está todo el día pensando cuál es el lugar “clave” de la casa para apoderarse
de él y demostrarte su “dominancia”.
Dejemos a los perros ser
perros y seamos nosotros humanos.
Reciban un saludo