sábado, 1 de julio de 2017

Tu perro sabe cuando estas triste

Seguro que tu perro suele actuar como un buen oyente, pero

¿realmente nota cuando te sientes mal o su comportamiento solo es para ganar golosinas?.


Un nuevo estudio dice que las emociones negativas son contagiosas para los perros.
"El contagio emocional" es la forma más básica de empatía, escriben Annika Huber, de la Universidad de Viena Clever Dog Lab y sus colegas.
El contagio emocional es la coincidencia automática e inconsciente de los estados emocionales de dos animales.
Estudios anteriores han encontrado evidencia de signos de empatía: cuando la gente fingía llorar, los perros les ofrecían consuelo.Los perros también respondieron negativamente al sonido de los bebés llorando.
Para obtener más información sobre el contagio emocional en perros, Huber y sus colegas reclutaron 53 perros adultos de distintas razas y el equipo registró las respuestas de los perros a los sonidos tristes.
En diversos ensayos, los perros oyeron grabaciones de seres humanos riendo o llorando.
Tambien oyeron a perros ladrar durante el juego, o lloriquear porque estaban solos.
Por último escucharon sonidos que no deben llevar ninguna emoción, incluyendo grillos, pájaros, lluvia, y discurso humano neutral.
Los perros oyeron los sonidos procedentes de un altavoz en una sala experimental mientras sus dueños se sentaban cerca (usando auriculares y leyendo una revista, de modo que no influirían en los resultados al reaccionar a los mismos sonidos).
Los investigadores analizaron videos de los ensayos para ver qué reacciones tenían los perros.
¿Miraban a sus dueños, o caminaban hacia ellos? ¿Miraron o se acercaron al altavoz? ¿Tenían una reacción negativa o incómoda, incluyendo ladridos, lloriqueos, arañazos, bostezos, lamer sus labios, estirarse, temblar, menear la cola, jadeando o congelándose?
Los investigadores descubrieron que los perros mostraron estos comportamientos en mayor número en respuesta a sonidos emocionales (humanos riendo o llorando o perros ladrando o lloriqueando) que los no emocionales (sonidos de la naturaleza, conversación humana neutral).
Los perros también reaccionaron más fuertemente a los sonidos de emociones negátivas que a las positivas.
Después de oír a un perro lloriquear o a una persona llorando, mostraban más conductas de incomodidad. Sin embargo, casi no había diferencia entre las reacciones de un perro al escuchar a un ser humano o al escuchae a otro perro en peligro.
"A pesar de los mismos grados de atención", escriben los autores, los perros tuvieron una reacción negativa más fuerte al escuchar las emociones negativas de las personas y de otros perros.
La conclusión de esto podría tener sentido evolutivamente, si un animal está mostrando emociones negativas porque está en una situación peligrosa, sería prudente que los animales cercanos captaran esos sentimientos. Prestar atención a los sentimientos positivos de otros animales es menos importante para mantenerse vivo.

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