sábado, 22 de febrero de 2020

Los perros de guerra (continuación)

  En esta segunda entrega veremos como fue progresandio la crianza del Pastor Aleman para dedicarlo a las labores de apoyo durante la Segunda Guerra Mundial.

  El primer paso de los Estados Unidos patra emplear los perros en la Segunda Guerra Mundial fue dado por una organización civil de criadores y exhibidores conocida como "Perros para la Defensa", que se formó apresuradamente después del artero ataque a Paerl Harbor. Su proposito orginal consistía en conseguir y entrenar perros para el servicio de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, a mas de suministrar perros entrenados como centinelas para las fabricas de material bélico. No fué sino hasta el 13 de marzo de 1942 cuandio el departamento de guerra autorizó que se formulara unprograma para los perros de guerra y hasta julio, después de tres meses de estudios, exámenes y planes, el Cuerpo de Intendencia inauguró el programa y estableció el primer centro de ecepción y Adiestramientio para Perros de Guerra en el Depósito de Remonta de Front Royal, Virginia. Al ampliarse el programa, se fundaron nuevos centros en Fort Robinson, Nebraska; San Carlos, California; Gulfport, Misisipi, y Camp Rimini, Montana. Los perros de entrenamienti enestos centros recibieron el mote no oficial de "Cuerpo K-9".

  Cuando comenzó el programa, se inició el entrenamiento experimental, para perros centinelas, enfermeros, de ataque, de minas, de carga, de transporte, mensajeros y exploradores. De todos ellos, solo los tres últimos se hicieron necesarios en cantidades considerables, y la educación se concentró e estos tipos. En 1943, miles de perros centinelas fueron destinados a las fábricas de guerra, las instalaciones militares y las patrullas del litoral de la Vigilancia Costera. En esta misma época se envió a la región del Pacífico una unidad experimental formada por seis perros exploradores y dos mensajeros, con sus entrenadores, para ponerla a prueba en las unidades de combate. El trabajo de este primer pelotón de perros, tanto con el Ejército como con los Infantes de Marina, en las campañas terrestres y en las operaciones de desembarco, sirvió para hacer más  fácil el camino de los que llegaron después.





  




viernes, 21 de febrero de 2020

Los perros de guerra




Hola amigos:
Es probable que los episodios más gloriosos en  la historia del perro tuvieran lugar durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la ayuda prestada por el amigo del hombre, bien entrenado, salvó millares de vidas y contribuyo a que la lucha terminara mucho antes de lo que en otras circunstancias hubiera sido posible. La parte curiosa de esto es que cuando empezó la guerra (o, más bien, cuando los Estados Unidos entraron en ella), el perro fue como un jugador sustituto olvidado que espera pacientemente en la banca durante un partido de futbol. Los hombres que dirigían el juego habrían oído hablar mucho sobre su habilidad, pero no se atrevían a ponerla a prueba en momentos importantes.
Esta indecisión se debió a que antes de la Segunda Guerra Mundial no existía un programa organizado para el entrenamiento de los perros de Guerra. Como consecuencia no había un oficial de mando o un comandante de campo que hubiera tenido experiencia en el empleo de los perros. Para estos militares era fácil calcular las tropas y la artillería. Los caballos y las mulas eran partes conocidas del viejo equipo del ejército, pero los perros constituían una incógnita. Efectivamente, hubo muy pocos perros en la Primera Guerra Mundial, pero aún estos fueron entrenados y equipados por los franceses y los ingleses; por lo mismo, muy pocos de los oficiales veteranos tuvieron contacto con ellos.
A diferencia del poco conocimiento de los americanos sobre los perros de guerra, los alemanes hicieron excelente uso de ellos en la Primera Guerra Mundial y, aunque la derrotada maquinaria bélica alemana de aquel tiempo se vio obligada a convertir en chatarra la mayor parte de su equipo militar pesado, los campos de entrenamiento para perros de guerra nunca fueron abandonados. Esta fue una fase de los preparativos alemanes para la conquista del mundo que no necesitó esperar la llegada de Hitler para proseguir. Y no fue solamente esto, pues otras naciones que se confabulaban para cambiar el orden de cosas existentes copiaron a los alemanes. Los criadores americanos de perros pastores alemanes descubrieron, al estudiar los libros alemanes de registro de dicha raza, que mucho antes del ataque a Pearl Harbor se enviaron al Japón varios miles de animales de esta raza desde Alemania. Este hecho pareció extraño por algún tiempo, pero se supo por otras fuentes que los japoneses se encontraban formando un cuerpo de perros.
Sin lugar a dudas, los alemanes comprendieron las posibilidades y limitaciones de los perros de guerra mejor que en otros países, y, en consecuencia, los manuales de guerra sobre este tema fueron redactados con asombrosa claridad y gran detalle. Por fortuna para los encargados de formar el cuerpo militar de perros en los Estados Unidos, se obtuvieron algunos ejemplares de estos manuales y fueron publicados en la “Gaceta Americana de Criadores de Perros” más de un año antes de Pearl Harbor, y cuando por fin se convenció el departamento de guerra de la importancia de los perros dichos manuales resultaron ser guías muy útiles  para elaborar el programa de entrenamiento y uso de estos animales.